El concreto es uno de los materiales más utilizados en la construcción, debido a su resistencia, durabilidad y versatilidad. Sin embargo, no todos los tipos de concreto son iguales, y dependiendo del proyecto que se quiera realizar, se puede optar por diferentes formas de producirlo y aplicarlo. En este post, vamos a comparar dos opciones: el concreto premezclado y bombeado, y el concreto fabricado en obra.
El concreto premezclado y bombeado es aquel que se produce en una planta especializada, donde se mezclan los ingredientes (cemento, agua, arena, grava y aditivos) según las especificaciones técnicas requeridas para cada obra. Luego, el concreto se transporta en camiones cisterna hasta el lugar de la construcción, donde se bombea mediante tuberías o mangueras hasta el punto de colocación. El concreto fabricado en obra, por el contrario, es aquel que se elabora directamente en el sitio de la construcción, utilizando una hormigonera o mezcladora manual o mecánica.
¿Cuáles son las ventajas de usar concreto premezclado y bombeado frente al concreto fabricado en obra? A continuación, vamos a enumerar algunas de ellas:
- Calidad: El concreto premezclado y bombeado tiene una calidad superior al concreto fabricado en obra, ya que se produce bajo estrictos controles de calidad y se ajusta a las normas técnicas vigentes. El concreto fabricado en obra, en cambio, puede tener variaciones en su composición y propiedades debido a factores como la dosificación inexacta de los ingredientes, la calidad del agua utilizada o las condiciones ambientales.
- Rendimiento: El concreto premezclado y bombeado tiene un mayor rendimiento que el concreto fabricado en obra, ya que se aprovecha mejor el material y se reduce el desperdicio. Según un estudio realizado por la Asociación Mexicana de Concreteros Independientes (AMCI), el uso de concreto premezclado y bombeado puede generar un ahorro de hasta el 30% en el consumo de cemento y hasta el 50% en el consumo de agua. Además, al utilizar un sistema de bombeo, se facilita la colocación del concreto en zonas de difícil acceso o con geometrías complejas. El concreto fabricado en obra, por otro lado, puede generar pérdidas de material por derrames, fugas o sobrantes.
- Tiempo: El concreto premezclado y bombeado tiene un menor tiempo de ejecución que el concreto fabricado en obra, ya que se reduce el tiempo de preparación, transporte y colocación del material. Según la AMCI, el uso de concreto premezclado y bombeado puede reducir hasta en un 60% el tiempo total de la obra. Además, al contar con un suministro continuo y programado del material, se evitan retrasos o paralizaciones por falta de insumos o equipos. El concreto fabricado en obra, por el contrario, puede demorar más tiempo debido a la necesidad de disponer de espacio para almacenar los ingredientes, mezclarlos y transportarlos manualmente hasta el punto de colocación.
- Costo: El concreto premezclado y bombeado tiene un menor costo que el concreto fabricado en obra, ya que se optimiza el uso de los recursos y se evitan gastos innecesarios. Según la AMCI, el uso de concreto premezclado y bombeado puede generar un ahorro de hasta el 25% en el costo total de la obra. Además, al contratar una empresa especializada en la producción y aplicación del material, se evitan costos adicionales por concepto de mano de obra, equipos o mantenimiento. El concreto fabricado en obra, por otro lado, puede implicar mayores costos por la compra de los ingredientes, el alquiler o compra de la hormigonera o mezcladora, el pago de la mano de obra y el mantenimiento de los equipos.
Además de las ventajas mencionadas, el uso de concreto premezclado y bombeado también evita los costos ocultos que puede generar el uso de concreto fabricado en obra. Estos costos ocultos son aquellos que no se reflejan directamente en el presupuesto de la obra, pero que pueden afectar negativamente al resultado final del proyecto. Algunos ejemplos de estos costos ocultos son:
- Costo ambiental: El uso de concreto fabricado en obra genera un mayor impacto ambiental que el uso de concreto premezclado y bombeado, ya que implica un mayor consumo de energía, agua y materias primas, así como una mayor emisión de gases contaminantes y residuos sólidos. Según un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el uso de concreto fabricado en obra puede generar hasta un 40% más de huella ecológica que el uso de concreto premezclado y bombeado. Esto puede afectar a la reputación de la empresa constructora y a la valoración del proyecto por parte de los clientes y las autoridades.
- Costo social: El uso de concreto fabricado en obra genera un mayor riesgo social que el uso de concreto premezclado y bombeado, ya que implica una mayor exposición de los trabajadores a condiciones laborales precarias, como jornadas extenuantes, falta de seguridad e higiene, o accidentes laborales. Según un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el sector de la construcción es uno de los más peligrosos del mundo, con una tasa de mortalidad de 60 trabajadores por cada 100 mil empleados. Esto puede generar conflictos laborales, demandas legales o indemnizaciones por parte de los trabajadores afectados.
- Costo técnico: El uso de concreto fabricado en obra genera un mayor riesgo técnico que el uso de concreto premezclado y bombeado, ya que implica una menor garantía de calidad y durabilidad del material, así como una mayor probabilidad de fallas estructurales o defectos estéticos. Según un estudio realizado por el Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto (IMCYC), el uso de concreto fabricado en obra puede generar hasta un 15% más de desperfectos que el uso de concreto premezclado y bombeado. Esto puede afectar a la funcionalidad y la apariencia del proyecto, así como a su valor comercial.
Como se puede apreciar, el uso de concreto premezclado y bombeado tiene múltiples ventajas frente al uso de concreto fabricado en obra, tanto en términos de calidad, rendimiento, tiempo y costo. Además, evita los costos ocultos que pueden generar problemas ambientales, sociales o técnicos. Por ello, se recomienda optar por esta opción cuando se quiera realizar una obra de construcción que requiera de un material resistente, durable y versátil.
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